


Valentino Buffon (1920 - 2010)
Valentino nació en el sur de Italia, mas precisamente en la ciudad de Salerno. Junto con sus padres emigró a Argentina a la edad de 6 años, por lo cual aún conservaba la típica tonada italiana tan característica. Llegó a la ciudad de Buenos Aires y junto con sus padres se instaló en el barrio de Barracas, donde pasó parte de su niñez y juventud. Ya en Argentina, nació su hermana Julia cuando él tenía 9 años, quien fue su gran compañera de aventuras. Comenzó sus labores como obrero en una fábrica de zapatos en su barrio y con el tiempo llegó a ser el gerente de la misma, lo que lo convirtió a futuro en el principal accionista de la misma. Emprendedor como pocos, Valentino, multiplicó las ganancias de la fábrica y expandió la marca por toda Sudamérica, siendo uno de los primeros exportadores del rubro.
En ese trayecto de expansión conoció a Amanda, una uruguaya de la que quedo completamente enamorado y con quién formaron una hermosa familia junto a sus hijos Hernán y Clara. Estos últimos, hoy siguen al mando de la fábrica, la cual exporta los zapatos de la marca registrada de su padre a todo el mundo. Son ellos también los que les dieron a Valentino el título de abuelo en dos ocasiones: primero nació Nicolás, hijo de Hernán y su nuera Luisa y luego vino el segundo nieto de mano de su hija Clara y su yerno Mateo, el cual se llamó David.
Nicolás y David han sido para Valentino y Amanda el mejor regalo de sus hijos. Otro capitulo aparte merece su perro Káiser, a quién Valentino encontró y adoptó una noche lluviosa fuera de su antigua fábrica y se transformó en su fiel compañero.
Valentino fue un ferviente amante del fútbol y es por ello que era un constante asistidor a la cancha de su equipo preferido, Vélez Sarsfield. Tan hincha era que tuvo la oportunidad de verlo campeón de la Copa Intercontinental en Tokio allá por el año 1994, donde junto con Amanda pudieron además conocer el país oriental.
Su gusto por la música clásica y su fanatismo por su coterráneo italiano Luciano Pavarotti (del cual se sabía todas sus canciones y las cantaba en cualquier karaoke que tuviera oportunidad), también hizo que se haga una escapada a su Italia natal, donde tuvo la posibilidad de asistir a un recital que el cantante daba en Nápoles. Allí aprovecho además a volver a su ciudad natal Salerno, donde recorrió sus calles y visitó a su primo Gianluca. "Era algo pendiente volver" siempre repetía Valentino y así fue.

Valentino en su antiguo taller

Con sus nietos Nico y David

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Valentino en su antiguo taller